miércoles, 9 de octubre de 2013

Montoro, de aprendiz de actor a protagonista de Resacón en Eurovegas

Lo primero que pueden decir sus defensores es que al "bueno" de Cristóbal Montoro le ha tocado en suerte la cartera más complicada (puñetera, diría yo) en tiempos de crisis. Sin embargo, a tenor de sus declaraciones, su hoja de servicio (en esta legislatura y anteriormente con Aznar 'el Grande') y las medidas que ha adoptado, se puede concluir que echarse por montera al público, a la ciudadanía, le pone.

Desde que regresó al Gobierno de la mano de Rajoy, el intocable ministro (hay quien dice que antes de caer él, se precipita el mismísimo presidente) ha hecho gala de un impecable humor, con esa sonrisilla que descoloca tanto que uno es incapaz de saber si va a morder una yugular, o a lanzarse a por un chiste de 'Chiquito'.

Ha arremetido contra todo y todos. Actores, periodistas y medios de comunicación, oposición de cualquier partido, sindicatos, colectivos sociales de diversa índole...  

Montoro es él y sus circunstancias. Tras las peleas gubernamentales por ver quién goza de más poder en el equipo de Rajoy, ahora el turno le llega al cine, pero no a los protagonistas de las películas, de ellos ya ha hablado. El titular de Hacienda (que somos todos, aunque vistos los sobres unos más que otros) ha decidido introducirse en el mundo del séptimo arte como crítico.

Es esta una labor complicada, y si no que se lo pregunten a los más afamados del país, que pasan de ser admirados a denostados según los gustos del respetable. Ahí Montoro tiene algo ganado: le cae bien a muy poca gente.

Las evaluaciones que ha realizado poniendo en entredicho la calidad de nuestro cine (esto no forma parte de esa Marca España de la que tanto presume el Gobierno, a pesar de que recoge galardones en todo el planeta) le han servido para 'incrementar' su círculo de amigos. A ver, que el ministro tiene todo el derecho del mundo a opinar sobre los filmes 'made in Spain', faltaría más, y si no le gustan pues lo dice y punto. Fin de la cita

Lo que ocurre es que tal vez su meta es ser actor, una faceta que, tras observar algunas de sus comparecencias, podría bordar. Solo a modo de ejemplo, basta recordar las promesas de no subir el IVA y lo ocurrido después. Su talante, uy perdón, temperamento, le permite transformarse de manera asombrosa. De aquel "que caiga España que ya la levantaremos nosotros", a "no vamos a subir los impuestos", pasando por "está muriendo nuestro modelo irrepetible de crecimiento" (¿se refería al ladrillo?), se ha transformado, como gran actor que es. Sus detractores le tachan de mentiroso. Pero no. Es pura y sincera interpretación.

Es evidente que las cosas no le han ido al Gobierno como había calculado. Pero cuenta con el titular de Hacienda para poner a cada uno en su sitio, para marcar el 'tempo'. Han pasado casi dos años (1 año y nueve meses) de esta nueva etapa como responsable ministerial, un tiempo en el que ha sido capaz de vaticinar la recuperación y de ofrecerse como erudito en sus materias (supongo que economía, hacienda y cine), no en vano "damos lecciones a Europa y al resto del mundo".

Montoro que No tiene quien le escriba, presume De profesión duro yendo siempre A todo gas. Eso sí, si bien en todas las circunstancias es necesario contar con Un gran equipo para dar El golpe perfecto, aunque al ministro Dicen por ahí que le gusta saber La vida de los otros, siempre lo ha tenido claro: prefiere permanecer Solo contra todos, contando con el beneplácito de El Padrino

Nada de Bingueros, crímenes en Cuenca o Escopetas nacionales. Sus gustos no pasan por el cine español. No obstante, se rumorea que sus últimas apariciones públicas persiguen algo. Lograr entrar en el reparto de una nueva película de capital americano-español-chino-vayaustedasaber. Se trata de Resacón en Eurovegas, una tragicomedia en la que se entremezclan el juego, el tabaco de verdad con su humo y todo, los pelotazos y la mafia. Todo un drama trufado de diálogos repletos de ironía. Según dicen, los directores tenían dudas pero tras lo afirmado por Cristóbal Montoro en relación con los salarios de los españoles han decidido ofrecerle el papel del más chistoso de la pandilla

Otro de los cuchicheos que se escuchan estos días en los mentideros cinematográficos del Congreso es que José Luis Cuerda no descarta al ministro para la segunda parte de una de sus geniales obras. Si lo escoge le propongo un título: Amanece que ahora es menos con Montoro de portero

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